MODULAR SENSACIONES JUGANDO CON BALONES:

Afinar la Musicalidad y Funcionalidad del Movimiento

 

ENFOQUE SOMA-RITMOS

Dra. NINOSKA GÓMEZ, Ph.D.

Estas notas fueron preparadas para acompañar los talleres sobre el uso de los balones con el enfoque SOMA-RITMOS.  COSTA RICA, 1997, revisión,  Diciembre 2016.

El video ‘SOMARHYTHMS’, http://vimeo.com/5162575, en Español, Inglés y Francés, ilustra los resultados de la investigación original y obtuvo de la Asociación Americana de Educación Física, Recreación y Danza el premio como mejor video del año 1990 para la enseñanza de la danza.

Para informaciones sobre estos talleres, contactar:

Dra. Ninoska Gomez, Ph.D.

info@studiolosalmendros.com

Ninoska Gómez es bailarina, maestra de danzas populares latinoamericanas e investigadora de sus orígenes indígenas, africanos, españoles.  Obtuvo un Doctorado (Ph.D.) en psicología del desarrollo psicomotor y fungió como profesora e investigadora en el Departamento de Educación Física de la Universidad de Montreal en Canadá durante 19 años. Es educadora somática y ha sido estudiante del enfoque somático, BODY-MIND CENTERINGª, desde 1982.  Es fundadora y directora del Estudio LOS ALMENDROS, www.studiolosalmendros.com  dedicado a la educación holística y la investigación y disfrute del movimiento en el vivir cotidiano y en contacto con la Naturaleza tropical.

Agradecimientos a la fotógrafa Alina Jiménez, a la modelo Pamela Jiménez, a lo varios lectores y a todos los que de alguna manera han contribuido a la materialización de éste documento.

Que cada palabra lleve lo que dice,

Que sea herramienta para ahondar el sentir,

De los micro- y macro movimientos,

De la coherencia del todo,

En el caos o la quietud,

De la melodía orgánica que mueve sin oírse,

Que se mantiene en cada latido,

Que es comprensible sin entenderla,

Que nos lleve a rodar y rodar sobre el aire comprimido de un balón inflable,

Con gracia, gratitud, sorpresa del infinito ahora que ahora compartimos.

PREFACIO

Comenzamos a investigar formalmente el uso de los balones en 1988 y desde el inicio nos sorprendió que después de intensas sesiones de entrenamiento de dos horas y más, nos sintiéramos descansados y llenos de vitalidad. Se hizo evidente que el diálogo con la bola nos lleva a la esencia del pragmatismo, constantemente ajustamos lo que sentimos para resolver situaciones prácticas que garantizan nuestra sobrevivencia, por ejemplo, el no caer.   En éste proceso encontramos la facilidad y el disfrute de movernos, la sorpresa ante la versatilidad de nuestras respuestas y lo lindo de las sensaciones que emergen de nuestro interior.

La investigación nos desafió también a encontrar palabras para expresar lo no-verbal, palabras vivas que expresen la dinámica de la reciprocidad entre el interior y el exterior de la experiencia de moverse.  Las palabras escogidas son términos descriptivos, indicadores, detonantes de la vivencia propia, abiertos y siempre en evolución. Alguien dijo, ‘vive la poesía que hay en ti’.  Pues sí, rodar con balones  nos permite disfrutar de la musicalidad, armonía, estética de nuestras sensaciones al ras del piso, fuera del axis vertical y en todas las direcciones que queramos asumir, donde la funcionalidad, el ejecutar con eficiencia lo que queremos y el placer son uno.

Sí, los misterios y belleza de nuestro funcionamiento están ahí, en el volumen de las vísceras, nuestro centro y base de apoyo esencial; en la redondez y continuidad de la piel; en el soporte de la cabeza-boca hasta el cóccix-ano; en las manos y los pies, extremidades que nos soportan, bombean, agarran, se enroscan con la fuerza de ‘vainas’ o  espirales que apenas reconocemos y manifestamos en nuestro diario vivir.

Que estos textos los inspiren a jugar, explorar y rodar con los balones para llegar lejos dentro y fuera de sí.

CONTENIDO

‘Como dividimos el todo sin perderlo’

CONTEXTO

‘Investigar y disfrutar el misterio que somos, rodando sobre balones’

La vivencia de cada instante es el resultado de cómo conectamos el mundo interno y subjetivo, con el mundo externo, el físico-social. Ajustamos o modulamos nuestra atención, así como los micro- y los macromovimientos, para responder a las diversas necesidades internas y externas. Lo que hacemos nos parece natural, sencillo hasta que algo nos impida movernos bien, por ejemplo un dolor de espalda.

Observa lo que haces en éste momento para acomodarte al sitio donde estás.  ¿Qué partes de tu cuerpo mueves? ¿Te empujas, te meces, te afianzas? ¿Cómo respiras? ¿Cómo mueves tu cabeza? ¿Qué haces con tus pies? 

Soma es la palabra griega para designar al ser, considerado justamente como la interacción entre el cuerpo y sus movimientos, la mente y sus intenciones, con el entorno inmediato. La investigación somática se enfoca la percepción interna del cuerpo vivo, de ahí el término somaritmos, percepción de los ritmos internos.  Se trata de articular la experiencia subjetiva, tomar en cuenta sus cualidades, polaridades, su estética, desde el punto de vista de la primera persona y expresar el lenguaje vivencial de manera que informe sobre la vivencia misma–el proceso en su íntima relación con la realidad física u objetiva, la inter-independencia y relaciones recíprocas en el cuerpo y con el entorno.

Las propuestas de éste documento son el resultado de investigaciones sobre el uso de los balones inflables como resonadores o amplificadores de los múltiples matices de las sensaciones internas y a sus diversas consecuencias externas, para así aprender a cambiar conscientemente lo que sentimos y lograr movernos con eficiencia y placer.

¿En la posición en la cual estás, cuáles son tus apoyos? ¿Te hundes, colapsas, descansas o te elevas sobre ellos?

La Educación Somática es la disciplina profesional y académica que reagrupa varios sistemas que han elaborado maneras de manejar y regular procesos somáticos concientemente para lograr mayor versatilidad en las maneras como nos manejamos al confrontar los desafíos del diario vivir. Nos hemos inspirado principalmente en el enfoque de educación somática del ‘Body-Mind Centering’, BMC,  o Centración Cuerpo-Mente, creado por Bonnie Bainbridge Cohen, cuyo foco principal es el estudio vivencial de las estructuras y funciones del cuerpo, así como de los patrones de organización del movimiento a través del desarrollo psicomotor.

¿Qué cambios haces para sentirte más confortable sobre el apoyo principal de tu actual posición?

La esencia de éste trabajo somático es jugar, o la exploración personal que permite coordinar o integrar diversos aspectos de nuestro funcionamiento. Nos enfocamos en los aspectos difíciles de percibir, que nos escapan o no notamos, lo obvio que nos elude, así nombrado por el educador somático, Moshe Feldenkrais.

¿Qué tal moverse para manifestar conscientemente el volumen y redondez del cuerpo?  

Las situaciones de exploración propuestas aquí, buscan estimular el estar presentes a  las sensaciones, percepciones, movimientos, vocalizaciones, maneras de tocar, emociones e imágenes que son parte de la experiencia propia. En éste proceso contactamos también a la estética de nuestro mundo subjetivo o  interno, al mismo tiempo que disfrutamos del juego y nuestras acciones sobre el entorno.

El enfoque Soma-ritmos, hace evidente que explorar y jugar con balones puede ser una actividad divertida, arriesgada, deslizante, pero también muy reveladora de nuestra capacidad de observar lo que sentimos. ¡Toda una forma lúdica de conocerse a sí mismo!

VIDA CELULAR, TEJIDOS Y MÁS ALLÁ

‘Respirar y sentir los micro-movimientos’

Cada célula y todos los tejidos del organismo respiran intercambiando sustancias con su entorno, respiran al compás de la respiración externa, inspiración y expiración del aire a través de los pulmones o navegando en el intercambio de fluidos y substancias, respiración interna. La respiración celular, pulsación de vida o bombeo fundamental de nuestra vida orgánica posibilita el intercambio, la fluidez y la renovación de los tejidos.

Entramos en la respiración celular, la esencia de nuestra vida orgánica, cuando simplemente estamos y somos uno con toda la respiración del cuerpo.

Osmosis es la función primordial de adaptación sensorial-motora que describe el transitar de moléculas al abrir y cerrar los poros en las membranas celulares, el paso de una sustancia de una zona de mayor concentración a otra de menor concentración en busca del equilibrio homeostático.

Hay elección y decisión a diferentes niveles de nuestros tejidos. Nuestras membranas y los sistemas homeostáticos se informan y modulan de manera tal que podamos abrirnos o cerrarnos, identificarnos y tomar elementos del exterior, o establecer una distancia para hacer un corte, o para bloquear. Salvaguardamos así nuestra sobrevivencia y continuidad, modulándonos entre esos dos extremos, siempre en relación con el exterior. Una célula no puede vivir sin el intercambio. Lo mismo pasa con nosotros como organismo completo.

La apertura total o el bloqueo total, la fijación de una sola fase del movimiento, es decir la falta de modulación del movimiento genera malestar.  La naturaleza de nuestro movimiento es ser versátil en su dinámica. Su capacidad de modulación permite al organismo reorganizarse y responder a las diferentes demandas del entorno y del medio interno. Cuando hay una restricción de la versatilidad del movimiento el cuerpo pierde capacidad de autocorrección y generación.

Podemos contactar pulsaciones celulares, discriminar calidades de bombeo, de movimiento y ritmo, identificar restricciones y fijaciones. El movimiento tiene una función unificadora entre el consciente y el inconsciente; el ritmo facilita la armonización de ésta relación.  Sonar manifestando lo que sentimos expresa nuestra musicalidad orgánica.

Tecnologías lúdicas para investigar como funcionamos

‘Jugar es libertad’

Jugar es una adaptación sensorial-motora cuya esencia es la búsqueda de cambios de consciencia que nos revelan nuevos aspectos de nosotros mismos. Entrar en una situación abierta donde los resultados no son previsibles nos aviva, despierta toda nuestra atención, la escucha de uno mismo y del entorno, implica un riesgo, necesitamos estar totalmente en el presente para encontrar vías de resolución y adaptación.

Los balones inflables pueden ser herramientas para modular la atención movilizándola a través del cuerpo de diferentes maneras. Con ellos aprendemos a:

  • estar, ser, situarnos, depositarnos sobre ellas y sentirnos totalmente
  • cambiar el modo de recepción – de activos a pasivos y viceversa
  • notar lo que no sentimos en la cotidianidad.

Así, activamos nuevas maneras de ajustarnos, identificamos partes del cuerpo que normalmente no sentimos, despertamos el gusto por el riesgo, el deseo de resolver problemas experimentando nuestra versatilidad sensorial-motora.

En los intercambio los balones  se despiertan emociones, memorias de todo tipo–infantiles, de traumas, de experiencias agradables. Igualmente nos podemos conectar con la estética interior del movimiento, vivencia propia que pocas veces tenemos ocasión de disfrutar.

¿A dónde nos lleva el seguir nuestra redondez, la del balón y las espirales que surgen del intercambio? 

Con los balones podemos experimentar el juego entre intención – voluntad – emoción al reconocer que los estados afectivos son polaridades que podemos cambiar dependiendo de qué perspectiva tomamos, así como las experiencias y pensamientos con los que están conectadas.

Atracción-repulsión, dolor- placer, miedo- confianza, ansiedad- serenidad, indolencia- compasión, armonía- desarmonía.

Podemos entrar en o distanciarnos de las emociones, apegarnos o alejarnos de ellas, podemos ver lo positivo en lo negativo y viceversa.

Jugar pone en evidencia la relatividad de todo, el poder cambiar roles, posiciones, perspectivas, el transformarnos y actualizar múltiples identidades.

Los balones inflables

‘Ceder o ir contra la Gravedad, contactar realidades elusivas’

Los balones inflables son de plástico PVC, de colores vivos, lisos pero con líneas sobresalientes para controlar el desliz. Son ligeros, resistentes, grandes de 45, 55, 65, 85, 95 cm de diámetro; pueden soportar hasta 300 kg. de peso, y sobre ellos podemos experimentar diferentes grados de tensión y rebote, dependiendo de la cantidad de aire que le demos. Al poder variar la tensión del balón, éstos se vuelven herramientas ideales para aprender a jugar con la fuerza de Gravedad.

Ir con la gravedad o ceder a ella es un prerrequisito para cualquier diálogo somático con el balón. La gravedad nos afecta a todos de manera diferente. Descubrimos cual es la nuestra, al explorar como cedemos a ella, cuáles partes de nuestro cuerpo resisten o se dejan ir, cómo abandonamos nuestro peso hasta llegar a sentir el surgimiento espontáneo del empuje contra la gravedad.                                                                                                                                                                                                    

Llamamos tono corporal al estado global del soma evidenciado por la relación entre la tensión y la relajación o lasitud de los músculos, vísceras, articulaciones y todas las partes del cuerpo, incluyendo los estados mentales concomitantes, que resultan de las maneras como nos hemos organizado con la fuerza de gravedad.

Tono corporal bajo: lasitud, sin resistencia, flojo, ceder fácilmente

Tono corporal alto: rigidez, tensión, bloqueo, resistencia.

Al apoyarnos y descansar sobre los balones podemos sentir nuestro peso, sentirlo más, aligerarlo, respirar en los puntos de apoyo, acostarnos o dejarnos ir en cada exhalación, ir a zonas recargadas de tensión, calibrar las sensaciones para sentir la fuerza de la gravedad aún más profundamente en cada una de las partes del cuerpo. Bajar, ceder, rendirse, dejar que el empuje surja. 

Orgánicamente el soporte de la pulsación,  la quietud atenta y tranquila del ser y estar precede al movimiento.  

Antes de jugar, estar.

Vibraciones, sonidos, vocalizaciones

‘Respirar y sonar los movimientos’

Vibramos y resonamos como instrumentos musicales.  Hay vibraciones y resonancias celulares simpáticas, más o menos perceptibles, o imperceptibles.

Los sonidos vocales son manifestaciones privilegiadas de la relación entre nuestro mundo interior, subjetivo y el entorno y sus ritmos expresan nuestra musicalidad orgánica.  El hilo, tono y calidad de la voz y de los sonidos que nos caracterizan, revelan mucho de nosotros.

Hummmmmm, hummmmm,hummmmm….  Sonar con la boca cerrada, una de las formas primarias de hacer melodías y relajarnos como en las canciones de cuna. Hummmmmm, hummmmm,hummmmm……. 

Los sonidos nos energizan, debilitan, calman, agitan, adormecen etc.

Afinar la movilidad requiere afinar la capacidad de resonar, vocalizar y activar los diafragmas horizontales de bombeo interior pélvico, torácico y de la garganta que acompañan la respiración, el esfuerzo y el movimiento.  Bostezar abre los espacios internos.  ¡Practíquelo y disfrútelo!

Apretar la bola contra el vientre, inspirar y al expirar hacer el sonido de AAAAAAAAH. Hacer el mismo sonido, pero esta vez apoyando la espalda sobre la bola y ésta a su vez contra la pared. Sonar de nuevo, esta vez sentado sobre la bola. Repetir la exploración con otras vocales: EEEEEEH, IIIIIIIIIIHHH, OOOOOOOH, UUUUUUH

Vibrar, pulsar, en consonancia o disonancia, en correspondencia. Movimientos silenciosos versus con sonidos.

Diálogo somático

‘Conectarse: vibrar, resonar, empatizar’

Osmosis es la función primordial de adaptación sensorial-motora que describe el transitar de moléculas al abrir y cerrar los poros en las membranas celulares en busca de equilibrio homeostático. La contraparte psicológica se refleja en la manera que centramos y movilizamos la atención: O estamos completamente abiertos y receptivos a lo que recibimos, o  experimentamos varios grados de aceptación y rechazo, hasta el estar completamente cerrados e indiferentes.

El ‘diálogo somático’ se establece al atender, observar, percibir, cuestionar, interactuar con sensaciones y mensajes diversos del cuerpo-mente en relación con el entorno.

Para concientizar nuestro diálogo somático necesitamos estar presentes ante a como respondemos a lo que pasa alrededor de nosotros, es decir, la capacidad de relacionarse o conectarse, vibrar, resonar, empatizar con objetos, personas, eventos, animales, plantas, con nuestros pensamientos.

Algunos de sus elementos esenciales son:

  • Ponerse en tono con la situación. Encontrar un estado de receptividad y la capacidad de escuchar, de afinar los sentidos para estar presente a lo que nos sucede.
  • Discriminar el rango de sensaciones. Encontrar el punto neutro o de equilibrio entre los extremos, maximizar, minimizar.
  • Conectarse / desconectarse:
    • Con nosotros mismos, con las maneras como nos organizamos, con lo que vivimos.
    • Con los otros, por ejemplo, el proceso entre un bebe y la madre.
    • Con la tierra y el cielo: Integración de la movilidad primitiva, de los reflejos en relación con la gravedad terrestre, o sea, controlar el ir con o contra ella.
    • Con el entorno en general.
  • Modular el foco de la atención: Discriminar entre cuándo estamos orientados hacia el exterior, hacia el interior del cuerpo, o ambas; hasta qué punto estamos captados por el interior o el exterior, dependencia-independencia del campo exterior; cuándo el foco de atención es estrecho o amplio, cerrado o abierto, fijo o móvil.
  • Corporeizar o manifestar y expresar de manera externa evidente los movimientos internos, las emociones, las polaridades, las imágenes, por ejemplo, iniciar la respiración, movimientos, voz o toque desde cualquier punto del cuerpo y estar presente a lo que sucede en consecuencia.

La perspectiva somática

‘Escuchar nuestro interior’

Tenemos la capacidad de percibir lo que se mueve en el interior de nosotros a través de receptores en las vísceras, los interoceptores. En los músculos, las articulaciones, en el oído interno–los propioceptores.  Estos comprenden el sentido kinestético, el cual nos permite localizar nuestro cuerpo en el espacio, repetir movimientos, caminar, escribir. Si nos centramos en la información interna, por ejemplo, cuando cerramos los ojos, podemos describir sensaciones provenientes de nosotros mismos y del entorno en términos de:

  • Las informaciones táctiles de la piel, los apoyos, contactos con superficies, texturas, volúmenes, así como la tridimensionalidad interior, las direcciones adelante-atrás, arriba-abajo, izquierda-derecha, las formas externas.
  • El peso del cuerpo, su pesadez o ligereza, su equilibrio o desequilibrio, los órganos viscerales como masa central del cuerpo, el tono corporal o la tensiónrelajación en las diferentes partes del cuerpo, el sentirse ‘enraizado’ o no, o sea conectado con la tierra.
  • La respiración y estados relacionados con ella, como de suspensión, flotación, ligereza, vacío, o de peso.
  • Las vibraciones al sonar, hablar, cantar.
  • Los movimientos o quietud en las cavidades del cuerpo y sus contenidos,
    • al expandirse-condensarse, abrirse-cerrarse;
    • sus pulsaciones, bombeos, peristaltismo;
    • la circulación de fluidos, las trayectorias, distancias.
  • Las emociones que nos mueven y conmueven, las memorias e imágenes, las ideas conscientes que estimulan acciones.
  • Las sensaciones que provienen de reconocer la forma y organización del cuerpo, las relaciones entre sus partes:
    • El hecho de que somos bípedos, con orientación frontal, con formas redondas, con un tronco y seis extremidades: la cabeza, el cóccix, dos brazos y dos piernas
    • Los patrones de movimientos que surgen a través del desarrollo psicomotor: movimientos de la boca al cóccix o de la columna     vertebral, con ambos brazos, con ambas piernas, con cada lado del cuerpo, cruzados o en contra-lateralidad.

Realidades elusivas

‘Aspectos sutiles del funcionamiento somático’

Además de ser útiles en el juego para dialogar con la gravedad con múltiples posibilidades para relajarse, frotarse, rodar, equilibrarse, los balones permiten también actualizar posibilidades de movimiento que hemos olvidado o que activamos raramente.  Particularmente podemos contactar realidades elusivas del movimiento, aspectos sutiles del funcionamiento psicomotor, difíciles de describir verbalmente que implican relaciones de reciprocidad entre la realidad interna y externa.

He aquí algunas de esas ‘realidades elusivas’ que se revelan con el diálogo con los balones:

• Los balones son ‘redondos’ y aunque esto parece obvio, no muchos de nosotros los utilizamos para manifestar la ‘redondez’ del cuerpo y sus partes. El cuerpo es redondo y con partes tubulares por razones funcionales. Nos movemos mejor cuando manifestamos nuestra redondez, además de que experimentamos mucha facilidad y placer. Cuando manifestamos nuestra redondez en relación con la del balón, armonizamos la reciprocidad entre las funciones de flexión-cerrarse y de extensión-abrirse, usando un apoyo, lo que nos da mucha seguridad y precisión.

Nos proyectamos hacia adelante, damos frente, nos presentamos dando cara. Sin embargo, la presencia frontal depende totalmente de la espalda, su apertura, flexibilidad, receptividad. Las partes inactivas del cuerpo tienen preeminencia por ausencia de movimiento. Movernos sobre los balones activa las tendencias a abrir y cerrar en las diferentes posiciones: Sobre la espalda, el vientre, los costados. Sobre ellos podemos reorganizar tendencias a flexionar o extender, más de lo necesario. Podemos reconocer cuando y como repartir la tensión igualmente por todo el cuerpo, o como localizar y movilizarla, bombear a donde sea necesario.

Cuando practicamos el caer, nos damos cuenta que el rodar es una manera de mantener la integridad física.

• El balón de 45 cm de diámetro es una herramienta ideal para darnos compresión y servir como ‘extremidad o apoyo móvil’, la cual podemos comprimir con cualquier parte del cuerpo rodándola donde queramos con nuestra propia redondez. La compresión externa nos es esencial. Nos mantenemos erguidos gracias al juego de las fuerzas compresivas internas y externas. Una red tridimensional engloba todos los órganos, tejidos y células del organismo, ella representa el medio de transmisión de fuerzas mecánicas.

Tensegridad es el término usado para describir este sistema de tensión, integrada del que disponen tanto la célula como el organismo total para mantener su morfología.  La estructura se entiende como una unidad completa, con la capacidad de distribuir las fuerzas  y de reequilibrarse en todas las direcciones, lo que explica cómo los cambios aplicados en una zona ejercen efectos a distancia. Con las bolas podemos procurarnos compresión de manera consciente y estimular ésta red global de distribución de fuerzas.

Explorar ‘pintarse’ con el balón, en el suelo o contra una pared, revela cuanto sentimos y  logramos usar nuestra forma.

 

• Con los balones podemos precisar como la respiración y el volumen de los órganos viscerales son el apoyo esencial del movimiento. Nuestra vitalidad y empuje de acción están directamente relacionados con el estado y actividad de las  vísceras que llenan las cavidades del pecho (tórax) y vientre (pelvis).

Los pulmones, corazón, hígado, estomago, páncreas, vesícula biliar, riñones, intestinos, vejiga, órganos sexuales internos y otros, llenan nuestro espacio interior, nos dan volumen, soportan nuestro alineamiento en sus constantes interacciones con los músculos y huesos.

La manera en que nos movemos pone en evidencia la cualidad de la relación contenidocontenedor entre los órganos, los músculos y los huesos. Por ejemplo, entre dejar colapsar el peso interior, o mantenerse erguido con esfuerzo muscular y rigidez, difícil de mantener a largo plazo.

Cuando la respiración y la movilidad funcionan de manera integrada, la compresión de la inspiración o de la expiración, dirige el peso del punto de apoyo a través de los órganos. Con un soporte claramente establecido, podemos transferir o rodar el peso de todo el cuerpo o movernos sobre otro punto de apoyo sin esfuerzos musculares innecesarios.

Las vísceras son una base de apoyo esencial del movimiento. El ombligo, centro del sí, del mundo, del universo.

• Experimentamos la fuerza de gravedad conscientemente cuando nos dejamos caer, abandonamos, ‘derretimos’, o seguimos nuestra pesadez. En situaciones de desequilibrio, el cuerpo responde con una contrafuerza, con cambios de tono corporal que nos levantan, aligeran y hacen ir contra la gravedad. Hablamos de estar ‘enraizados’, ‘con los pies en la tierra’, ‘bien plantados’, cuando nos adaptamos a la fuerza de gravedad, cedemos, caemos y nos levantamos fácilmente o la resistimos con movimientos que reorganizan nuestra posición para equilibrarnos fácilmente; experimentamos entonces ligereza en nuestro ‘estar’ a pesar del peso que tengamos.

Enraizarse es una adquisición que desarrollamos rodando, girando volteándonos, cayendo, dando vueltas, saltando y con toda experiencia que implique organizar de muchas maneras la orientación y el tono global del cuerpo. Por otra parte, ceder a la gravedad, aún en la quietud, afina el enraizamiento. Muchos de nosotros no logramos ‘enraizarnos’ de manera eficaz. A veces lo notamos cuando nos mantenemos ‘agarrados’ muy por arriba del suelo, como si nuestro centro de gravedad estuviese más alto de donde realmente está.  O, cuando los brazos y las piernas empujan y tensan más de lo necesario; cuando mantenemos la cabeza muy elevada, casi más que el resto del cuerpo; cuando resistimos las caídas con exceso de rigidez; o cuando alguien acostado no nos cede todo el peso de la cabeza o de cualquier parte de su cuerpo.

 ‘Somos árboles móviles, conectados a la tierra aun cuando en propulsión, suspensión, flotación’

• La superficie de los balones, por su tensión y flexibilidad, actúa como un medio de resonancia a través del cual podemos contactar y cambiar conscientemente micro-movimientos internos del cuerpo que generalmente no percibimos. Esto nos da la posibilidad de manifestar los ritmos de funciones internas, los soma-ritmos, y así modificar mecanismos de autorregulación que normalmente funcionan inconscientemente, por ejemplo, estirarse al sentirse cansado, bostezar al sueño, suspirar si nos falta aire, toser, hacer sonidos para calmarse, frotarse, moverse y menearse ante un malestar o dolor, mecerse.

Observarse, observar

‘Ser un espejo a si mismo y a los otros’

Cuando estamos sobre un balón inflable y movemos los apoyos, nos mecemos, ampliamos la superficie de contacto, salimos de la posición vertical, rodamos, nos deslizamos, como sobre un colchón móvil, necesitamos empujar desde el interior para no desplomarnos bajo nuestro propio peso.

‘Mecerse, empujar, dejarse ir, empujar, dejarse ir, alternar, ampliar la base de sustentación lentamente, lentamente’

Este tipo de situación nos permite observar en nosotros mismos o en otra persona:

  • La reacción de incertitud, inseguridad, sorpresa, gozo al mover la base de sustentación. Dependiendo de las posibilidades propias de la persona con la cual interactuamos, queremos por lo general, crear condiciones para despertar la confianza en el caer de manera segura, divertida, o interesante y estimular así el coraje de relacionarse con el balón con autonomía y al ritmo propio.
  • Las maneras de movernos para re-situarnos en el espacio, como articulamos nuestra esfera de movimiento, la kinesfera:
    • Los apoyos y superficies que usamos, las maneras de estabilizarnos y movilizarnos.
    • Las direcciones en que nos movemos: hacia adelante-atrás, arriba-abajo, izquierda-derecha.
    • Las trayectorias que seguimos: diagonales, rotaciones o líneas rectas, espirales.
    • Desde dónde, desde qué parte o punto del cuerpo iniciamos el movimiento, cómo nos servimos de la redondez del balón y del cuerpo.
    • Cómo coordinamos y organizamos los movimientos: la relación entre el tronco y las extremidades; la simetría, la asimetría; la simultaneidad o la secuencia en los movimientos, las transiciones entre las posiciones y los movimientos.
  • Los cambios de las funciones internas tales como:
    • La respiración: Libre o bloqueada
    • El tono corporal: La relación entre la tensión-relajación, la flexión-extensión de las partes del cuerpo.
    • Los fluidos: La rapidez y lentitud del movimiento, los ritmos evidentes.
  • Los comentarios verbales, los silencios a lo largo de la exploración.

Historias y tiempos del cuerpo

‘Vivir los ritmos internos’

Lo que decimos de nuestras vivencias cotidianas, son como historias, cuentos, diferentes perspectivas, partes escogidas de lo que nos sucede, en las que encontramos, damos o creamos un sentido a las vivencias.

La educación somática nos estimula a entrar al mundo del cuerpo despertando sensaciones, imágenes, eventos para aprender con lo que pasa al interior.  ¿Qué historia nos cuenta el cuerpo?  ¿Qué nos dicen las sensaciones internas?  Las exploraciones con los balones son situaciones para captar, oír, sentir las historias del cuerpo.

La anatomía y la fisiología son como historias de cómo estamos hechos y como funcionamos en el interior. Es fascinante constatar diferentes visiones del funcionamiento humano: La medicina occidental, con partes, sistemas, mecanismos y su apego a lo que se puede ver y medir. La medicina oriental, como la acupuntura, con meridianos, líneas y campos energéticos. La medicina naturista, como la homeopatía, con énfasis en las relaciones del cuerpo con las esencias del mundo vegetal, mineral o animal. Algunas versiones contemporáneas de la medicina occidental que, aun siendo altamente tecnificadas, incorporan maneras naturales de entrar en un estado alterado de conciencia; por ejemplo, cómo encontrar “su médico interior” en conjunción con técnicas de estimulación del sistema cráneo-sacral.

Todas estas versiones del funcionamiento del cuerpo humano nacen y son validadas como prácticas, experiencias, tradiciones. Cada una ha surgido de vivencias que continúan corrigiéndolas y haciéndolas evolucionar.

¿Qué visiones nos tocan, nos abren, nos dan resonancias? ¿Qué visiones propias tenemos o vivimos?

Necesitamos vivir los ritmos orgánicos universales a nuestro propio ritmo, vivir cambios que siguen su curso, a los que podemos invitar pero no imponer. En la profundidad de la atención, encontramos la ligereza de la fijación, el tiempo del no-tiempo.

Al activar sensaciones e imágenes inhabituales, dejamos que el cuerpo nos cuente su historia por la vía que necesite, a su propio tiempo, con su propia cualidad. Si damos curso a la expresión con la que el cuerpo manifiesta lo que tiene que expresar -sensación, imagen, pensamientos, movimientos, impulsos, deseos, sonidos- sus contenidos se nos harán evidentes.

Ser, estar, no hacer, contemplar, yacer, dejarse, estar presente, acompañar la respiración, silencio interior, suspensión, lentitud, punto de neutralidad. 

Tomemos el tiempo para ser y estar y permitir que las memorias ancestrales del cuerpo se nos manifiesten.

Fluidos orgánicos, diafragmas, bombeos

‘La vida es un río largo y tranquilo’

Ochenta por ciento del cuerpo son fluidos; con ellos podemos asociar aspectos de nuestras vivencias tales:   dinámica, volumen y rapidez de pulsión, , ritmos, transporte, pasajes, transiciones, transformaciones, tensión, relajación, reposo, acción, palpitación, agua (electrificada – densa, ligera, espesa, gruesa), difusión, corrientes, curso, vasos, vaciar, llenar, sentimientos, emociones.

Entre los fluidos del cuerpo podemos identificar: la sangre, la linfa, los fluidos cerebro-espinal, sinovial, intersticial, celular, intercelular, que son los fluidos orgánicos que llenan, nutren, limpian, lubrifican y comunican las diferentes partes del cuerpo.  El bombeo de los fluidos depende principalmente del corazón, de la acción de bombeo de los tejidos mismos, y del ritmo cráneo-sacral, los tres en relación directa con la respiración a través del bombeo del diagrama torácico y sus acción en todo el cuerpo.

Cada fluido tiene cualidades físicas y ritmos diferentes que se traducen en cualidades diferentes de movimiento, toque, voz y estados de conciencia.  Podemos explorar los fluidos a través de actividades de corporeización:

  • con movimientos –sea calmados, o continuos, o alternando la contracción y la expansión (bombeando) de diferentes maneras, o palmoteando, o caminando vigorosamente, con trayectorias directas, indirectas, o sacudiéndose, etc.
  • con objetos – jugando con bolas y bastones, arcos y flecha, globos, burbujas de jabón, aros, rebotando sobre los balones inflables, con bufandas o tejidos ligeros.
  • con la voz y música – haciendo sonidos o a través de músicas con cualidades de quietud, ritmos marcados, ondulantes, etérica, precisas y directas.
  • con el toque de la mano – tocando para dar soporte y descanso, o apretando y aflojando alternativamente, o haciendo movimientos de olas, oprimiendo o sosteniendo sin presión, etc.

Patrones del desarrollo psicomotor

‘De la pulsación celular a las diferentes formas de organización del movimiento’

Identificamos como patrones pre-vertebrales, aquellos que nos permiten relacionarnos y movernos antes de que el esqueleto sea una estructura de soporte esencial.

  • La ‘respiración celular’. Bloque primario de nuestra existencia de donde depende nuestro potencial para movernos como un todo, en cualquier dirección, a través de la expansión-condensación de su membrana, con la consecuente absorción y eliminación de sustancias.Las células tienen resonancia entre sí y necesitan mutua retroalimentación para coordinarse.La respiración externa o pulmonar nos da el oxígeno que tomamos del aire; la respiración interna o celular nos permite usarlo a través de los fluidos. De la célula se establece el equilibrio interior para interactuar con el exterior.


    AMEBAS,
    organismos unicelulares

  • La ‘radiación del ombligo’. El feto, suspendido del ombligo, se mueve en el líquido amniótico en simetría radial. El ombligo es el punto de control de la seis extremidades: cabeza, cóccix, brazos, y piernas y es desde ahí que se establece la independencia y la interdependencia entre ellas; aquí, todas son igualmente importantes.

    ESTRELLAS DE MAR

  • El ‘boquear’. En el útero, los movimientos del feto son grandemente controlados por la boca y la cabeza. La boca, la extensión permanente del estómago, es una extremidad esencial para la supervivencia, así como un órgano de búsqueda y exploración. Oler, buscar y sentir con la boca, chupar, tragar, hacer sonidos, estimulan y mueven la cabeza hacia fuentes primordiales. Las rotaciones de ésta en el plano horizontal son particularmente importantes para que la cabeza sea una extremidad para empujar, alcanzar y girar, libre de restricciones en el cuello y la garganta.


    LARVAS, BOLSAS DE MAR

  • El ‘patrón pre-espinal’. El recién nacido manifiesta movimientos ‘suaves’, flexibles, en serpentina que reflejan los movimientos de las estructuras prioritarias en ese momento, el tracto digestivo de la boca al ano y los órganos digestivos. Los movimientos peristálticos, o como de serpiente o culebra suave, constituyen la base de la movilidad secuencial que luego se desarrolla en la estructura ‘dura’ de la columna vertebral.


    SERPENTINAS,
    SERPIENTES

PATRONES VERTEBRALES

Identificamos como patrones vertebrales, esos que, gracias a la constitución y forma del esqueleto, funcionan con simetría bilateral: la cabeza dirige y guía; las extremidades pares y laterales, equilibran, giran, estabilizan y propelen con los movimientos secuenciales a la cabeza, a la cola y viceversa; los cuales se suman a todo el cuerpo en movimientos espirales de diferentes dinámicas.

  • Patrones entre la ‘cabeza y cola’, integración de la columna vertebral.
    La columna vertebral, por su estructura, nos permite realizar movimientos con calidad de ‘resorte’, se encoge – se estira; de ‘esponja’, el fluido interior se expande y contrae; de ‘rotación lateral’, de soporte móvil. Así, iniciando el movimiento desde la cola o la cabeza, logramos ceder a la gravedad o empujar contra ella, alargarnos, alcanzar, jalar hacia si, girar con movimientos secuenciales que se apoyan en las estructuras suaves de las vísceras. La presencia de ‘un centro de dos lados’, nos facilita concientizar ritmos, secuencias, realizar movimientos sin esfuerzo, experimentar la coexistencia de peso y ligereza, así como el espacio personal y más allá.


    PECES, DELFINES, SIRENAS

  • Patrones ‘homólogos’ entre extremidades paralelas, los dos brazos y las dos piernas.
    Los brazos y las piernas nos soportan y nos permiten ceder a la gravedad o empujar contra ella. Podemos alargarnos desde ellos para alcanzar más allá de nuestros límites y jalar hacia si. Experimentamos también movimientos simétricos, con peso o ligereza, sentimos el control y refuerzo de los puentes, o la cintura ‘escapular’ y la ‘pélvica’, así como las posibilidades de saltar más allá del espacio personal.


    SAPOS, 
    RANAS

  • Patrones ‘homolaterales’ entre las extremidades, piernas y brazos, del mismo lado.
    Movilizar el peso del cuerpo de un lado al otro, manteniendo la base estabilizada y baja, exige que las extremidades de un mismo lado se flexionen, se aproximen y se apoyen permitiendo que las del lado opuesto se extiendan, separen y alcancen. Arrastrarse sobre el vientre nos permite evaluar como movilizamos los dos lados del cuerpo.


    REPTILES, SALAMANDRAS, IGUANAS, ELEFANTES, CAMELLOS

  • Patrones ‘contralaterales’, entre extremidades opuestas en diagonal. Articular y coordinar todas las partes del cuerpo de múltiples maneras: en diagonales, espirales y en todos los planos de movimiento requiere la diferenciación de los cuatro cuadrantes del cuerpo.

    PERROS, GATOS

Movilidad integrada de la columna vertebral

‘Conectando la cabeza y la cola’

La movilidad de la columna vertebral ‘nos habla’ a todos a lo largo de nuestras vidas. Su función como apoyo central amerita que estemos en resonancia con sus posibilidades de movimiento. Es una estructura ‘dura’ sostenida por las estructuras ‘suaves’ del tracto digestivo y las otras vísceras.  Las vértebras se mueven como un resorte, encogiéndose y alargándose con un fluido interior y en correspondencia con los movimientos peristálticos de los órganos y músculos, en flexión y extensión hacia adelante, hacia atrás, hacia los costados. Para manifestar su versatilidad  y lograr posturas que ejecutamos sin esfuerzo, es necesario coordinar los movimientos del extremo superior de la columna, la boca-cabeza,  con los de su extremo inferior, del cóccix-ano.

Estas partes y toda la columna poseen un repertorio de movimientos automáticos – los reflejos – que necesitan ser estimulados de varias maneras para que sus acciones se coordinen entre sí. Así logramos desarrollar una intencionalidad y verticalidad móviles que integran las otras dimensiones: La horizontalidad y la lateralidad.

Sobre los balones activamos, concientizamos, afirmamos movimientos de la cabeza, cóccix, brazos, manos, piernas, pies que nos llevan a coordinaciones eficaces que nos dan seguridad, bienestar y placer.

Tactilidad afinada

‘La piel, órgano receptor y efector, continuidad entre el principio y el fin’

La piel es el órgano sensorial más extenso del cuerpo, es nuestro contenedor, límite y contacto principal con el entorno. Todas las superficies del cuerpo responden y pueden iniciar un movimiento. Observamos el volumen y la tridimensionalidad en los movimientos cuando todas las partes se organizan y participan con un seguimiento armónico. Se tiene entonces la sensación de totalidad. La sensibilidad táctil se desarrolla, se integra y se afina a través de experiencias que requieren y estimulan su versatilidad: sintiendo, tocando, apretando, comprimiendo, frotando, deslizando, rodando.

Los balones nos facilitan todas éstas actividades así como el sentir las formas y fuerzas en el interior del cuerpo. Explorando con ellos descubrimos la dinámica inherente a seguir la redondez del cuerpo, aprendemos a movernos aprovechando la continuidad de nuestra superficie; descubrimos y construimos nuestro repertorio inherente de movimientos seguros y bien integrados como en diagonales y espirales que siguen trayectorias bien secuenciadas.

La piel, límite de la célula, órgano y medio de proyección. ¿Cuándo abrazamos a alguien, qué parte del otro sentimos?

Secuencia de movimientos con los balones

‘Elementos básicos’

Los ejercicios sirven para establecer  un espacio de investigación  para sentirse, oírse, observarse y concientizar nuestra vivencia de los principios somáticos básicos como la respiración celular, la pulsación, el bombeo,  lo que nos invita  a  seguir nuevas  sensaciones y las nuevas maneras de moverse que surgen.

Los ejercicios se pueden plantear con o sin bola, en relación con una pared. Ir muy lentamente.  Es importante ir a la respiración celular antes de ejecutar cualquier movimiento, para buscar el soporte orgánico de los fluidos.

  • Darse compresión  con las bolas, a todas las partes del cuerpo, en el suelo, contra la pared, contra otra persona—apretar-aflojar-rendirse- / comprimir-relajar
  • Apoyarse con diferentes partes del cuerpo y en diferentes posiciones/empujar-alcanzar, traer hacia sí—con las manos, vientre, pies, cabeza / espalda, manos, cabeza
  • Estar, yacer, dejarse ir con la gravedad, ‘derretirse’, dejarse ir aún más, hasta que surge el empuje o contrafuerza.
  • Estirarse variando los apoyos— con la pelvis, piernas, pies, tobillos, coxis y arco pélvico, manos, brazos, torso, esternón, puente escapular, sentados.
  • Equilibrarse a partir de diferentes apoyos: vientre, espalda, piernas.
  • Rebotar sobre el balón: con el vientre, la espalda, sentado, ‘sube y baja’.
  • Rodar y estirarse.
  • Rotaciones: con cada mitad del cuerpo, arriba (torso) – abajo (pelvis)

Palabras somáticas

‘Vocabulario vivencial en evolución’

Actividad lúdica Alcanzar-jalar

Apoyos, apoyarse

Arrastrarse

Articular el mvt.

Atención

Auto-regulación

Bombeo, bombear

Boquear

Bostezar

Calidad del mvt.

Caminar

Ceder-retener

Centrarse

Compresión

Conectarse

Consciente-inconsciente

Contralateral

Corporeizar

Correr

Cuadrupedia

Diafragmas

Diagonal, espiral

Diálogo somático

Educación somática

Empatizar

Enfocar

Enraizarse

Afinar

Empujar-Jalar

Equilibrarse

Esponjarse

Flexión-extensión

Flúidos, fluidez

Fuerza de gravedad

Gatear

Girar

Homolateral

Homólogo

Integración

Intención

Jugar

Kinesfera

Kinestesia

Mecerse

Modular

Micro-, macro-mvts.

Órganos viscerales

Patrones

Pre-vert., Vertebrales

Peristalsis

Peso (transferirlo)

Proyectarse

Pulsación

Radiación del ombl.

Reciprocidad

Realidades elusivas

Resonar

Resorte

Respiración

Ritmos

Rodar

Saltar

Secuencia

Sistemas abiertos

Soma

Soma-ritmos

Superficie

Teclear (manos, pies)

Territorio

Tactilidad

Tensión-relajación

Tensegridad

Tono (musc., visceral)

Tonificar

Tubularidad

Vibración